LAURELES DE LA AVENIDA DE ANAGA
1.- La Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza llevó a cabo en 1990 una campaña para intentar salvar los Laureles de Indias del primer tramo de la Avenida de Anaga, ya que unos empresarios locales querían construir un aparcamiento subterráneo justo en esa zona, por lo que molestaban los grandes y emblemáticos árboles a la entrada de Santa Cruz. Finalmente ATAN logró que los ejemplares fueran trasplantados en diferentes puntos de la ciudad, donde fueron abandonados la mayoría, sin riego ni atención alguna. Hoy están casi todos muertos.
Tarjeta explicativa de los daños sobre la zona afectada por el aparcamiento subterráneo
2.- Posteriormente, llegaron las obras del túnel de la Avenida de Anaga, que ponían en peligro los laureles del segundo tramo de la avenida marítima de la ciudad. En este caso se presentaron alternativas para evitar la pérdida de los importantes árboles del paisaje urbano de la ciudad, no logrando la conservación en la actual ubicación y realizándose nuevos trasplantes a otras zonas de la ciudad.
Pegatinas denunciando que el túnel proyectado acabaría con un paisaje urbano único
3.- También llegó el Delta, cuyos fuertes vientos hicieron caer en serie a los laureles más jóvenes, dejando sin arbolado el cuarto tramo de la Avenida de Anaga. Se desconoce si existió algún intento por salvar los árboles caídos.
Con el Delta, caen en serie varios ejemplares en el cuarto tramo de la Avenida de Anaga
4.- La mosca blanca ataca insistentemente a los Laureles de Indias de la ciudad, pero no parece que las acciones de los responsables logren frenar la infección. Por este motivo, algunos ejemplares de la Rambla de Santa Cruz y otras zonas de la ciudad, han sufrido drásticas podas de las ramas secas que pudieran suponer un peligro.
5.- Llegamos al extraño caso del bosque de laureles al final de la Rambla, en su encuentro con la Avenida de Anaga, donde recientemente fueron talados radicalmente, dejando los tocones de 10 enormes, sanos y centenarios laureles, junto a la Capitanía Marítima y el Monumento a Franco, con mínimas explicaciones sobre las pruebas de resistografía y tomografía recomendadas por especialista en Laureles de Indias y el número de ejemplares a talar.
Antes y después de la zona donde se encontraba el bosque de laureles talados recientemente
Hoy, Santa Cruz recibe a sus visitantes que llegan por mar, ofreciendo una inmensa y desértica superficie de asfalto, con un resultado de calidad y ambiente urbano respecto a la situación anterior, que nos debería dar vergüenza. También existe el riesgo de que, una vez desaparecidos los molestos árboles, finalmente se pueda construir el gran aparcamiento y paso a nivel en el entorno del Monumento a Franco, según las aspiraciones de buen número de residentes en la zona y de algún empresario «emprendedor».
PALMERA DE SANTO DOMINGO, EN LA OROTAVA
En los primeros días de julio se produce de forma sorpresiva, una tala radical de especial importancia, la conocida Palmera de Santo Domingo, elemento fundamental en las postales y cualquier otra imagen del Conjunto Histórico de La Orotava. Se encontraba incluida en el Catálogo de Árboles Monumentales del Cabildo de Tenerife y bastó un triste informe sin argumento alguno del Jefe de Servicio de Sanidad Vegetal del a Dirección General de Agricultura del Gobierno de Canarias, para «autorizar» el arboricidio.
Sin duda, una forma de actuar totalmente irregular e insuficiente considerando la importancia y protección del elemento vegetal. Afortunadamente el colectivo la Mesa del Árbol de La Orotava ya presentó la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil para que se investigue la extraña forma de proceder.
La Palmera Canaria de Santo Domingo, hoy desaperecida
SI CONOCES OTRAS TALAS RADICALES REALIZADAS EN NUESTRA ISLA, DENUNCIALA Y PARTICIPA