No cabe duda de que el Sr. Curbelo es el máximo defensor de esta nueva y grandiosa obra portuaria, reclamando su construcción insistentemente durante los últimos 20 años. Aunque, todo hay que decirlo, la mitad de ese tiempo ha estado reivindicando algo que el portavoz de ASG sabía que no se podía hacer. En este sentido, hay que recordar los sucesivos informes de la Secretaría de Estado de Cambio Climático, a través de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, que ya en febrero del año 2011 afirmaba que “desde el punto de vista de la ocupación, protección y conservación del Dominio Público Marítimo-Terrestre y de los elementos que lo integran no puede informarse favorablemente el proyecto”.
Por otra parte, el Sr. Curbelo y otros parlamentarios, manipulan la información cuando afirman continuamente que el proyecto del puerto de Fonsalía tiene el Estudio de Impacto Ambiental aprobado; la realidad es que sólo tiene una “declaración favorable con condicionantes”. Entre otras graves deficiencias, en más de 20 años imaginando el nuevo puerto, las autoridades no han tenido tiempo de realizar estudios serios y rigurosos sobre los graves impactos que su construcción tendría sobre el medio marino protegido Teno-Rasca, declarado Lugar de Importancia Comunitaria, y que les hubiera permitido convencerse sobre la inviabilidad del nuevo puerto. Tampoco se han estudiado alternativas que no supongan construir otro puerto, ni se contempla el cumplimiento de la Ley 41/2010, de Protección del Medio Marino, con la obligada elaboración de la Estrategia Marina de Canarias. Sin embargo, sí hemos leído y escuchado disparates, como que el puerto de Fonsalía puede ser un ejemplo de sostenibilidad al prever la creación de corredores para la circulación de los barcos, evitando así, supuestamente, afectar a las comunidades de ballenas y delfines que habitan la zona. En definitiva, el puerto de Fonsalía no pasa de ser un sueño del Sr. Curbelo, reflejado en una vistosa maqueta, y poco más.
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En un reciente acto celebrado en el sur de Tenerife, el Sr. Curbelo pidió “respeto de los que están en contra del puerto de Fonsalía para los que están a favor”. Exactamente el mismo respeto le pedimos para los que defendemos que se cumplan las leyes y que se acepten los informes de técnicos y especialistas de todas las administraciones que, unánimemente, desaconsejan la construcción del nuevo puerto de Fonsalía.
Finalmente, el principal argumento empleado para justificar la construcción de un nuevo puerto es el evidente problema de accesibilidad que sufre el puerto de Los Cristianos. Sin embargo, tales problemas de circulación poseen soluciones de carácter urbanístico y de los que nadie habla. Igualmente, existen alternativas para descongestionar el tráfico marítimo de Los Cristianos, ya sea trasladando las comunicaciones a la isla de La Palma al Puerto de la Cruz, lo que resultaría más cómodo, rápido y económico para la mayoría de los usuarios de ese trayecto, o bien, trasladando al puerto de Granadilla parte del tráfico marítimo de pasajeros y mercancías que actualmente opera desde Los Cristianos. Así mismo, existen varias posibilidades para alojar un buen número de embarcaciones deportivas y de recreo sin necesidad de construir el puerto de Fonsalía.